22
mayo
2017


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Òscar Oliver, Director Comercial de Aeroports de Catalunya y miembro del Comitè de Desarrollo de Rutas Aéreas de Barcelona (CDRA)

Cataluña dispone de una red de cinco aeropuertos entre los que destaca el Aeropuerto de Barcelona-El Prat, que está experimentando un crecimiento muy importante en el número de pasajeros año tras año hasta situarse como uno de los principales aeropuertos de la Europa continental. El Prat cerró el pasado año con un nuevo récord de pasajeros.

¿Qué es Aeroports de Catalunya y cuáles son sus principales líneas de actuación en el actual modelo de gestión aeronáutica en Cataluña?
Aeroports de Catalunya es una empresa pública dependiente del Departamento de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat de Cataluña, que tiene por misión la gestión de los aeropuertos propios de la Generalitat (Lleida-Alguaire y Andorra-La Seu d’Urgell), así como la promoción comercial y la negociación con las compañías aéreas en el resto de aeropuertos de Cataluña, y muy especialmente en el principal aeropuerto del país, El Prat. Ello significa que, a pesar de no ser el gestor de los aeropuertos de Barcelona, Girona y Reus, la Generalitat, a través de Aeroports de Catalunya, participa directamente en las conversaciones y negociaciones con las compañías aéreas que dan lugar a la creación de nuevos vuelos. El caso más paradigmático lo hallamos en el aeropuerto de El Prat, gestionado por Aena, pero con una implicación directa de Aeroports de Catalunya, a través del Comité de Desarrollo de Rutas Aéreas (CDRA), en la negociación con las compañías aéreas que últimamente han generado los nuevos vuelos intercontinentales (Seúl, Shanghái, Chicago, Los Angeles, San Francisco, Hong Kong, La Habana…).

El Aeropuerto de El Prat merece una atención específica. Cerró el pasado año con más de 44 millones de pasajeros y este año sigue creciendo de forma ininterrumpida. ¿A qué se debe este aumento constante?
El Aeropuerto de Barcelona es un magnífico ejemplo de cómo una infraestructura se pone al servicio del territorio y es capaz de poner en valor todos sus activos. Desde la oferta turística de la ciudad de Barcelona, rica y diversa, de contenido lúdico o de negocios, el aeropuerto se ha convertido en un aliado de primer orden en la promoción internacional de la ciudad. Y más allá del turismo, en los últimos años hemos sido testigos de cómo el aeropuerto ha establecido un vínculo casi íntimo con la actividad de cruceros del Puerto de Barcelona. Hay que saber que muchos de los “clientes” de los cruceros llegan a Barcelona procedentes de destinos tan lejanos como los Estados Unidos, Canadá o México, y cada vez más desde el Extremo Oriente, de países como China, Corea del Sur o Japón. La sinergia puerto-aeropuerto es muy clara y lo seguirá siendo en los próximos años.

Pero el aeropuerto, cada vez más, también se está convirtiendo en un potente instrumento para la internacionalización de nuestras empresas y nuestra economía, como para Mango, por ejemplo, que produce gran parte de su producto en fábricas situadas en el otro extremo del mundo y que necesita operar en una lógica productiva just in time, que les impone unos tiempos de reacción muy rápidos. En esta situación, el Aeropuerto de Barcelona se convierte en una gran herramienta para la importación y exportación de mercancías por modo aéreo. Por lo tanto, cuando hablamos del éxito del aeropuerto, hemos de referirnos a pasajeros, pero cada vez más también a mercancías.

Las conexiones intercontinentales han sido históricamente la asignatura pendiente. La puesta en marcha y el anuncio de nuevas rutas parece revertir este déficit. ¿Qué nuevas rutas destacaría y cuáles son objetivo prioritario de las pendientes?
Históricamente, Barcelona ha tenido un déficit relevante de rutas de largo radio, lo que denominamos rutas intercontinentales. En Barcelona ha existido, y continúa existiendo, un gran número de pasajeros que tienen la necesidad de volar a destinos del continente asiático o americano y, por paradójico que parezca, no hay suficientes vuelos directos entre nuestra ciudad y aquellas regiones del planeta. En pocas palabras, estos pasajeros se ven en la necesidad de conectar en algún aeropuerto europeo, como Londres, París o Ámsterdam, para llegar al destino final. Ello es lo que nosotros denominamos demanda no cubierta o desatendida. En el sector también hablamos de tráfico indirecto, puesto que representa el número de pasajeros que vuelan “indirectamente” entre nuestro aeropuerto y su destino final.

En 2015 Barcelona tenía 3,6 millones de pasajeros indirectos entre nuestro aeropuerto y los principales destinos del planeta, incluyendo regiones económicamente tan relevantes como China, Estados Unidos, Japón, Corea del Sur o la India. En 2016, la cifra de pasajeros indirectos escaló hasta los 4,5 millones, a pesar de disponer ese año del mayor número de toda la historia de pasajeros intercontinentales directos: 3,9 millones. Barcelona ha sido capaz de generar nuevos vuelos de largo radio, pero al mismo tiempo estimular la demanda de nuevos vuelos actualmente inexistentes. Per tanto, aún hay mucho camino por recorrer.

¿Cuál es el potencial de crecimiento de El Prat a medio plazo y qué papel juega en este sentido el Comité de Desarrollo de Rutas Aéreas de Barcelona? 
En los últimos tiempos, año tras año, el aeropuerto ha sido capaz de superar su récord de pasajeros. En 2016, alcanzamos una cifra total de pasajeros impensable 10 años atrás, más de 44 millones, que nos ha situado en el séptimo lugar del ranking europeo. Barcelona es el aeropuerto mejor conectado con Europa de todo el continente: la oferta de vuelos de corto y medio radio es difícilmente superable para cualquier otro aeropuerto europeo y podríamos decir, incluso, a escala global. ¿Dónde se halla, pues, el verdadero reto de futuro del aeropuerto? La respuesta es inmediata: en la ampliación de la oferta de vuelos de largo radio o intercontinentales. Tenemos que ser capaces de conectarnos con todo el mundo sin la necesidad de hacer escala en otro aeropuerto. Este es el primer gran reto. Necesitamos tener vuelos directos al Japón, a la India, a México y, dentro de no muchos años, veremos cómo nuestro horizonte se amplía a países como Filipinas, Tailandia o, incluso, Australia.

El reto no será tanto batir nuestro propio récord de viajeros cada año, sino situarnos más y mejor en el mundo, y ello significa incrementar el número de vuelos intercontinentales del aeropuerto. Tenemos que ser capaces de convertirnos en el verdadero hub del Espacio Euromediterráneo, conectando los continentes asiático y americano, aquello que tantas veces hemos bautizado como el “puente” entre Asia y América.

El próximo mes de septiembre Barcelona acogerá el XXIII World Routes, el evento internacional aeronáutico más prestigios del mundo, y Aeroports de Catalunya será el anfitrión. ¿En qué consiste y qué oportunidades plantea?
El World Routes representa una gran oportunidad, no sólo para el Aeropuerto de Barcelona, sino también, y de forma muy relevante, para la ciudad de Barcelona y el conjunto de Cataluña. Es un proyecto de país que tenemos que saber aprovechar.

Hace casi nueve años, en 2008, tuve la oportunidad de tomar parte, por primera vez, en un World Routes. En aquella ocasión lo hacía en representación de la Cámara de Comercio de Barcelona y en el seno de un Comité de Desarrollo de Rutas Aéreas aún joven. El evento se celebraba en la ciudad asiática de Kuala Lumpur, capital de Malasia, y reunió a un gran número de delegados de todo el mundo, procedentes de las compañías aéreas y aeropuertos más importantes de la industria del transporte aéreo. Después, en ocho ocasiones más he tenido la oportunidad de participar en las sucesivas ediciones del World Routes que se han celebrado cada año.

Si tuviéramos que describir brevemente este evento, podríamos decir, sin riesgo de equivocarnos demasiado, que es el workshop de referencia en el mundo de la aviación comercial, el escenario privilegiado en el cual las compañías aéreas y los aeropuertos se sientan a negociar cada año la creación de las nuevas rutas aéreas que llenan de vida nuestros aeropuertos. Es el Mobile World Congress de los aviones. Desde 1995, y cada año en una ciudad diferente, lo bueno y lo mejor de la industria aeroportuaria celebra un ‘conclave’ y reúne a los principales decision makers que, durante cuatro días, llevan a cabo una verdadera maratón de reuniones para decidir qué nuevas rutas aéreas verán la luz.

Dubái, Abu Dabi, Vancouver, Chicago, Las Vegas, Madrid, Londres, Berlín o Pequín, por citar sólo algunas, han sido las ciudades anfitrionas del World Routes. Ahora es el momento de Barcelona. Del 23 al 26 de septiembre de este año, más de 3.000 delegados de más de 350 compañías aéreas y 1.000 aeropuertos de todo el mundo se reunirán en Barcelona para celebrar el 23º World Routes.

Las cifras son claras: 40.000 metros cuadrados de exposición en dos pabellones de Fira Gran Via, más de 10.000 reuniones de trabajo previstas, unes 1.500 habitaciones de hotel bloqueadas durante el evento, y un gasto medio del conjunto de los delegados participantes de 6,5 millones de libras esterlinas. El propietario del evento, la multinacional UBM, valora el impacto económico del World Routes, en el transcurso de los tres años posteriores a su celebración, en unos 126 millones de libras y en la creación de unos 2.600 nuevos puestos de trabajo vinculados directa o indirectamente con la industria del transporte aéreo.

Finalmente, ¿cuáles son los retos de futuro plantea la gestión aeronáutica en Cataluña y hacia qué modelo de gestión nos dirigimos?
Hay muchos y diversos retos de futuro a corto y medio plazo, pero probablemente hay dos que destacan por encima del resto: por una parte, la construcción de una verdadera Administración aeroportuaria catalana, con todos los elementos necesarios; y por otra, y no menos relevante, la consecución de un verdadero modelo de gestión de nuestros aeropuertos descentralizado, con participación pública y privada, y muy cercano al territorio. Al fin y al cabo, parece bastante coherente que los aeropuertos pertenezcan a los territorios que los acogen.

http://aeroports.cat/en/

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