24
julio
2023
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El «buen ritmo» de la economía catalana: resiliencia, retorno del turismo y más exportaciones.
La Memoria Económica de Cataluña 2022 hace un balance de la evolución de la economía y pide mejoras en innovación, reindustrialización y tracción de talento.
La economía catalana ha cerrado el 2022 con «buen ritmo» y un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 5,5% gracias a la resiliencia de la economía catalana. Cataluña, para afrontar el aumento de precios y la crisis energética, se ha apoyado en tres pilares fundamentales: la resiliencia del consumo de los hogares, la recuperación del turismo extranjero y el incremento de las exportaciones de bienes.
Para definir en 2022 deberíamos fijarnos en cinco choques globales, de los cuales el coste de la financiación y los niveles de la inflación subyacente son los únicos que no han mejorado. Para Carme Poveda, directora de la Memoria Económica de Cataluña, son los siguientes:
- La propagación de la variante ómicron de la covid-19
- Los problemas en la cadena de suministros
- El aumento de los precios de la energía
- La inflación subyacente
- El coste de financiación
También cabe destacar que un punto importante ha sido la atracción de inversión extranjera en la industria y en el sector TIC, que representa un 52%. Por otro lado, también encontramos cambios considerables en la estructura ocupacional, por ejemplo, con el aumento de trabajadores en el sector público, aunque la pérdida de poder adquisitivo de los salarios en Cataluña en 2022 haya sido de un 5,5 %.
Una de las prioridades de la economía catalana actualmente es la importancia de aumentar la I+D a escala europea, ya que la media europea supera el 2% mientras que aquí nos quedamos al 1’64%, una cifra que se podría convertir en la oportunidad histórica de liderar la transformación digital y sostenible con el apoyo de los fondos Next Generation. Otra de las prioridades todavía pendientes, es el volumen de la deuda pública, que sigue en cuotas muy elevadas.
Para 2023 se espera una buena evolución del primer semestre con el turismo, el empleo, la moderación de la inflación y los fondos europeos. También se espera una ralentización a finales de año con el impacto de los tipos de interés y la debilidad en Europa, pero podemos concluir que lo que determinará el crecimiento económico en los próximos años será la política monetaria.
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